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hecha la palabra....El abismo tenebroso del hombre se hace real, la existencia de un mundo nuestro, la no condena de un mundo animal. KWA

miércoles, 3 de diciembre de 2008

LA EDUCACIÒN FINANCIERA: MÀS QUE UNA OPCIÒN, UNA OBLIGACIÒN

“Educa financieramente al niño y no tendrás que mantener al hombre”
Andrés Granada

Para tener una vida digna y estable económicamente, no basta con aprender a leer y escribir, no es suficiente con tener un titulo profesional, es necesario y vital recibir educación financiera. Lo primero se aprende en la escuela, lo segundo en la universidad y lo tercero… ¿Dónde? ¿Es un desatino afirmar que gran parte la causa de la crisis financiera mundial, los desfalcos económicos, el fraude de las pirámides y las dificultades económicas por la que atraviesan tantas personas, se debe a su analfabetismo financiero? en otras palabras ¿A su falta de educación financiera? Mucho me temo que estoy en lo cierto.

Si un niño recibiera educación financiera de la misma forma en que aprende historia patria o geografía, seguramente le seria mas útil para su vida adquirir conocimientos sobre como funciona el mundo del dinero, que gravarse en su memoria los nombres de los “próceres” de la nación y las fechas de sus grandes “gestas”. A la larga, toda esa información se olvida y en la práctica, no sirve para nada en el mundo real.
Si un niño recibiera educación financiera, de adulto sabría como funciona el sistema bancario, como se puede hacer un buen uso de él, y no ser ESCLAVO de él. Aprendería que la deuda no es buena, ni mala en si misma, sino que depende del uso que se le de. Que es buena cuando se destina para adquirir activos que a su vez produzcan ingresos y mala cuando se usa para adquirir pasivos, que por el contrario solo generan egresos.
Si aprendiéramos educación financiera, no sucumbiríamos a las generosas ofertas de los bancos que nos invitan a consumir y consumir. No caeríamos en el juego de quienes nos invitan a endeudarnos una y otra vez, sumiéndonos en un circulo vicioso que nos lleva a trabajar como seres atados a una deuda eterna, enriqueciendo, eso si, a quien aprendió a jugar el juego. (Ver el ejemplo de los grandes banqueros, quienes no tienen ninguna consideración)
Si aprendiéramos educación financiera, difícilmente nos dejaríamos tentar por magos e ilusionistas que prometen “centuplicar” el dinero como por arte de magia. En realidad, si es posible multiplicar el dinero, pero para ello se necesita EDUCACIÒN, EXPERIENCIA y EXCEDENTE DE EFECTIVO.[1]
Tres características propias de aquellos que detentan el poder económico, y por tanto, se pueden dar el lujo de hacer grandes inversiones con elevado riesgo. No como hicieron tantos incautos que pretendieron asegurar su futuro hipotecando su casa y empeñando hasta al gato con la esperanza de que la Pirámide de moda les hiciera el “milagrito”. Pero como dice el viejo y conocido refrán: “El que juega por necesidad, pierde por obligación”
Si aprendiéramos educación financiera, dejaríamos de depender de un empleo, de una empresa, del Estado. Nuestra mente se entrenaría ya no para buscar opciones laborales, sino, para identificar buenas y rentables oportunidades económicas. Aprenderíamos, reconoceríamos y aprovecharíamos las múltiples formas de generar ingresos; aprenderíamos a invertir, a crear activos y hacer que en últimas, el dinero trabaje para nosotros y no al contrario.
Es tan importante la educación financiera, que ya “El Parlamento Europeo aprobó una propuesta legislativa que busca educar a sus ciudadanos desde la escuela primaria en temas como créditos, hipotecas y demás cuestiones de las finanzas personales. (…) La medida clave sería implantar en todas las escuelas de los 27 Estados miembros de la UE una asignatura de ‘educación financiera’, que sería impartida a niños y jóvenes de entre 6 y 18 años.”[2]
Ha llegado el momento pues de la educación financiera y ya no es sólo una opción, es una OBLIGACIÒN. La cual, deberá estar enfocada en dos frentes: 1) la enseñanza de los mecanismos de créditos, hipotecas, acciones y demás productos bancarios y financieros. Y 2) la enseñanza de las múltiples formas de alcanzar la libertad financiera y de asegurarse un futuro económico digno y sin dependencias de ninguna índole. (Familia, estado, empresa, etc)
Nunca es tarde para empezar, pero entre más pronto lo hagamos mejor. Es necesario asumir con responsabilidad y compromiso nuestra educación financiera, de ella depende no solo nuestro futuro, sino, el de nuestros hijos. La pensión y la estabilidad laboral, son asunto del pasado, así las cosas, es hora de empezar a actuar.
Por lo pronto, le recomiendo muy especialmente toda la obra de Robert Kiyosaki, hoy más que nunca su mensaje cobra un invaluable sentido. De igual modo, lo invito a seguir muy pendiente de este Blog, pues la educación financiera es una de las cinco competencias que hace parte de mi misión y aquí encontrará información que le puede ser de mucha utilidad.