miércoles, 23 de enero de 2008
EXCLUSIVO, ANTES DE ENTRAR DEL LETARGO, PERDÓN, VACACIONES: "ESTUDIANTES VIGILADOS, PRESUNTOS TERRORISTAS."
VUELVEN Y JUEGAN LOS MEDIOS (KE ASCO)
La acción paramilitar continúa en Colombia
Comunicado del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
Durante las últimas dos semanas se han registrado dos masacres y la desaparición de un abogado adscrito a la organización de derechos humanos Corporación para la paz y el Desarrollo Social, CORPADES, de Medellín, Antioquia por la acción paramilitar.
Masacre en Nariño
El pasado 31 de diciembre de 2007, hombres armados y con lista en mano, incursionaron en una vivienda ubicada en la zona rural del municipio de Leiva, en el corregimiento de El Palmar al norte del departamento de Nariño, asesinando a cuatro adultos y un menor. Según las autoridades, se trataba de líderes comunitarios. El ex gobernador de Nariño, Eduardo Zúñiga, atribuyó la masacre a paramilitares que no se han desmovilizado en el sur del país y llamó a una reunión con carácter urgente para evaluar la situación de orden público.
Este nuevo acto criminal demuestra que las agrupaciones paramilitares continúan operando en el territorio nacional, que los líderes sociales no cuentan con las debidas garantías para el libre ejercicio de sus funciones, tal como lo consagra la Constitución colombiana, y que son falsas las afirmaciones del actual gobierno sobre el desmantelamiento de estos grupos narcoparamilitares.
Desaparece abogado en Medellín
El mismo 31 de diciembre, el abogado Víctor Hugo Gallego de la organización CORPADES de Medellín fue desaparecido. La noticia solo se conoció esta semana. El abogado Gallego había formulado denuncias sobre la actuación paramilitar en Medellín a pesar de la llamada desmovilización. CORPADES ha sido objeto de toda clase de amenazas y agresiones, sin que las autoridades hayan intervenido brindando protección o investigando los hechos de modo exhaustivo. El 23 de abril de 2007, Judy Astrid Vergara Correa, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio El Pesebre, miembro del Polo Democrático Alternativo y destacada líder comunitaria de CORPADES.
Masacre en Santa Marta
El pasado 11 de enero, mientras se realizaba una fiesta familiar en el barrio popular "Once de noviembre", a las 9 de la noche varios hombres armados llegaron disparando y asesinaron a cinco personas y dejaron a tres más heridas. Tal como sucedió en el municipio de Leiva, Nariño hace menos de dos semanas, las víctimas eran líderes comunitarios.
En este sector donde habitan varios desmovilizados, ya se había presentado un incidente similar, cuando el pasado 29 de julio de 2007, en el barrio Santa Clara, armados llegaron a la taberna 'La polla' y dispararon causándoles la muerte a cinco personas.
Es evidente que estos crímenes obedecen a razones políticas, y que no pueden ser tratados como hechos aislados, sino por el contrario, reclaman de la acción de las autoridades competentes y un compromiso serio por parte del gobierno nacional.
El Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado considera que estos tres hechos demuestran en forma clara que no es cierto que el paramilitarismo y sus estructuras hayan desaparecido, como lo ha afirmado reiteradamente el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez. El Movimiento de Víctimas exige al gobierno colombiano y a las autoridades competentes:
1. El desmantelamiento definitivo de los grupos paramilitares que operan en todo el territorio nacional y que con la complicidad de las fuerzas estatales continúan masacrando a la población civil.
2. La inmediata investigación de estos hechos que conduzca sin demoras a la captura de los responsables.
3. La veeduría internacional de organismos independientes en las regiones de mayor riesgo, para que se documente y denuncie la continuidad del accionar paramilitar contra fuerzas de oposición, defensores de derechos humanos y organizaciones sociales y sindicales en Colombia.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
14 de enero de 2008.
AGONIZA EL PLAN COLOMBIA
No sirvió de mucho que los contribuyentes estadounidenses financiaran durante años la reconversión de las Fuerzas Militares colombianas, reequipadas y reentrenadas por asesores militares de USA.
Hace 2 semanas, los militares se llevaron una de las peores sorpresas de su historia. Descubrieron que las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) tenían la información más delicada y ultrasecreta que manejan las Fuerzas Militares. Aún no se sabe cómo la guerrilla logró tener en su poder la localización precisa de las tropas que los persiguen.
Las Farc conocen hasta los nombres de los oficiales que participan en las operaciones. Poseen parte del listado de la red de cooperantes (informantes). Y como si esto fuera poco, los guerrilleros tienen hasta los mapas de ubicación de las operaciones que se desarrollan para encontrarlos.
Y no solamente resultó que las Farc infiltraron el Ejército, sino que también tienen datos clave de la Policía y del DAS (la fuerza antinarcóticos). "La infiltración de la guerrilla es tan grande y tan grave en el interior del estamento castrense, que compromete la seguridad nacional y la política de seguridad democrática del gobierno de Álvaro Uribe", dijo una alta fuente militar a la revista 'Semana'. "Se trata de una información tan sensible que hace pensar que es muy difícil que ganemos la guerra", afirmó.
El hallazgo se produjo el pasado 15 de julio. Ese día, tropas del Batallón Contraguerrilla 17, adscritas a la Brigada Móvil 2, ubicaron un campamento de las Farc en la vereda Montañitas, cerca del municipio de Mesetas, en el departamento de Meta. Después de un combate con guerrilleros del frente 42, los militares encontraron el cuerpo de un guerrillero llamado José Nerup Reyes Peña, conocido con el alias de 'el Campesino', el zar del secuestro en Cundinamarca y en Meta. Y en sus bolsillos y en el morral del guerrillero tenía 3 discos duros portátiles y varias memorias USB con alta capacidad de almacenar información.
En uno de los centros de mando de la Fuerza de Tarea Omega, en el municipio de La Macarena, en el departamento de Meta, se bajó la información, enviada al Comando de las Fuerzas Militares en Bogotá, que identificó datos de importancia sobre columnas y algunos frentes guerrilleros, frecuencias y ubicación de los operadores de radio de las Farc, planes de algunos ataques terroristas en Bogotá: toda información militar clasificada.
"Quedamos asombrados. Es evidente que las Farc lograron infiltrarnos. Lo más grave de todo es que tienen datos confidenciales sobre la punta de lanza en la lucha contra la guerrilla: la fuerza de Tarea Omega", dijo un oficial.
La Fuerza de Tarea Omega es el componente militar más importante del Plan Patriota, hoy llamado Plan Victoria, bandera de la política de Seguridad Democrática del presidente colombiano Álvaro Uribe: una estrategia militar que busca ir directamente por los cabecillas de las Farc en el sur del país, tarea a la que se destinaron 20.000 hombres del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.Luego ocurrió el arresto de la funcionaria del Comando del Ejército, Ana Carolina Laverde, secretaria del área de Hojas de Vida del Ejército, y 7 militares, entre oficiales y suboficiales. La información, divulgada por el diario 'El Tiempo', de Bogotá, afirmó que Laverde integraba una red que reclutaba militares y ex militares que trabajaban para la organización de 'Don Diego' en labores que iban desde prestarle seguridad al narco hasta la creación de un grupo de élite que iba a rescatar al hermano del capo, Eugenio Montoya, preso en una cárcel después de ser capturado por la Policía a comienzos de este año.
La investigación adelantada por los fiscales tiene sorprendentes testimonios. Uno de ellos es el del capitán retirado del Ejército Manuel Enrique Pinzón. "Yo pagué mucho dinero a muchas personas, civiles, oficiales activos y retirados de las Fuerzas Armadas. Pero no era dinero mío sino del mayor retirado Juan Carlos Rodríguez Agudelo, que era mi patrón y trabajaba para Diego León Montoya, 'Don Diego'".
La investigación comenzó poco después de la masacre de Jamundí, en mayo de 2006, cuando un pelotón del Batallón de Alta Montaña aniquiló a un escuadrón de policías. La DEA comenzó a profundizar en una serie de informaciones que venían recolectando según las cuales algunos miembros del Ejército colaboraban activamente con los narcos. La mayoría de los sospechosos integraban batallones de la 3ra. División, con jurisdicción en zonas de alta influencia del narcotráfico como los departamentos del Valle, Cauca y Nariño.
A comienzos de enero de este año, cuando se planificaba la operación para capturar a Eugenio Montoya, los organismos de inteligencia se dieron cuenta de que desde la sede de la 3ra. División, en Cali, todos los movimientos de los equipos antinarcóticos eran informados a la gente de 'Don Diego'.
Tras un complejo dispositivo lograron salir de la sede militar evadiendo a los 'informantes'. Sin embargo, cuando los grupos antinarcóticos se acercaron a la finca en donde estaba escondido el hermano de 'Don Diego', se encontraron con la sorpresa que éste contaba con varios anillos de seguridad compuestos por miembros activos del Ejército. Los grupos antinarcóticos tuvieron que burlar nuevamente a los militares para capturar a Eugenio Montoya.
Luego de su captura empezó a circular la versión de que 'Don Diego' ofrecía US$ 5 millones a quien realizara una operación comando para rescatar a su hermano de la prisión. Y las investigaciones permitieron detectar la red de militares y ex militares que iba a realizar la operación.
El general Freddy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares, confirmó que también hay 1 teniente coronel y 2 mayores del Ejército involucrados en las infiltraciones de grupos narcotraficantes en la institución.
Mientras el comandante del Ejército, general Mario Montoya, dijo desconocer la situación de los oficiales, Padilla aseguró que todas las pruebas que necesiten serán entregadas a la Fiscalía hasta lograr desmantelar la red mafiosa que se coló en el Ejército.
El enorme escándalo todavía no logra precisar cuál es la magnitud del daño.