A partir de la decisión unilateral de Uribe de dar por concluido el esfuerzo del presidente Chávez y de la senadora colombiana Piedad Córdoba por poner fin al calvario de los familiares de los prisioneros políticos, que a su vez podría ser el inicio para futuras conversaciones que logren encaminar los pasos hacia la concreción de la paz que tanta falta hace en ese pueblo, imaginamos la sensación de desasosiego que reinará en Colombia y en todas partes del mundo donde haya gente preocupada por la feroz guerra que se desarrolla subsidiada y adoctrinada por el imperio y por la inteligencia israelí, el Mossad, traducción de Hamosad Lemodi'ín Uletafkidim Meyujadim, que significa Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, organización formada en 1951 y que se dedica especialmente a operaciones de contrainsurgencia y espionaje en todo el orbe, así como en Colombia entrena a las fuerzas paramilitares.
Este nuevo aniquilamiento de las esperanzas, uno más entre tantos padecidos por el pueblo exterminado moralmente a partir de la modalidad de falsos positivos, persecución histórica de sindicalistas, políticos de la oposición, civiles, indígenas, campesinos, estudiantes, da comienzo a una nueva serie de incógnitas acerca de si se intentará nuevamente un rescate de las víctimas a sangre y fuego, como se realizara este mismo año y cuyo saldo fueron 11 personas asesinadas, con lo cual pudimos comprobar que no es la fuerza, amiga de la lógica.
Los propios familiares de los prisioneros salieron a pedir que no se realizara ese tipo de intentos que lo único que logra es más derramamiento de sangre y de lágrimas.
Fueron muy contundentes las declaraciones de Marlene Orjuela, presidenta de Asfamipaz (Asociación de Familiares y Miembros de la Fuerza Pública, Retenidos y Liberados por los Grupos Guerrilleros), organización que surgió en febrero de 1999, motivada en la búsqueda de la liberación a partir de la captura en combate contra la insurgencia de militares y policías, mientas actuaban funcionales a las Fuerzas Armadas que históricamente regaron en sangre la tierra que los vio nacer, funcionales al Terrorismo de Estado e incluso vinculadas, como Uribe, con el aparato paramilitar.
La señora Orjuela hizo una pregunta pública al Ministro de Defensa y sonó muy fuerte y dura: "si no pidió rescate a sangre y fuego para su primo Francisco, ¿por qué lo exige ahora para nuestros familiares?
Hoy el pueblo colombiano sufre un nuevo revés, uno más en tantos años de Terrorismo de Estado y uno más fuerte aún desde que se instaló en el poder el fascista gobierno actual. Uribe no entiende ni entenderá de diálogos, voluntad política y mucho menos bregará por la reconciliación nacional entre todos los colombianos y colombianas, así como tampoco permitirá otras expresiones de solidaridad.
El gobierno bolivariano y la senadora Piedad Córdoba parecía que estaban a punto de encontrar el unicornio azul que transporta los sueños y esperanzas de los pueblos.
Pero este, harto de muertes y de injusticias retoma su viaje misterioso, se aleja del odio y nuevamente sigue su búsqueda, hasta que la grandeza de otras almas que destierren el horror, le permitan pastar por las praderas floridas de la vida…
Ingrid Storgen
Noviembre de incógnitas y malos augurios, de un 2007 agonizante.
Este nuevo aniquilamiento de las esperanzas, uno más entre tantos padecidos por el pueblo exterminado moralmente a partir de la modalidad de falsos positivos, persecución histórica de sindicalistas, políticos de la oposición, civiles, indígenas, campesinos, estudiantes, da comienzo a una nueva serie de incógnitas acerca de si se intentará nuevamente un rescate de las víctimas a sangre y fuego, como se realizara este mismo año y cuyo saldo fueron 11 personas asesinadas, con lo cual pudimos comprobar que no es la fuerza, amiga de la lógica.
Los propios familiares de los prisioneros salieron a pedir que no se realizara ese tipo de intentos que lo único que logra es más derramamiento de sangre y de lágrimas.
Fueron muy contundentes las declaraciones de Marlene Orjuela, presidenta de Asfamipaz (Asociación de Familiares y Miembros de la Fuerza Pública, Retenidos y Liberados por los Grupos Guerrilleros), organización que surgió en febrero de 1999, motivada en la búsqueda de la liberación a partir de la captura en combate contra la insurgencia de militares y policías, mientas actuaban funcionales a las Fuerzas Armadas que históricamente regaron en sangre la tierra que los vio nacer, funcionales al Terrorismo de Estado e incluso vinculadas, como Uribe, con el aparato paramilitar.
La señora Orjuela hizo una pregunta pública al Ministro de Defensa y sonó muy fuerte y dura: "si no pidió rescate a sangre y fuego para su primo Francisco, ¿por qué lo exige ahora para nuestros familiares?
Hoy el pueblo colombiano sufre un nuevo revés, uno más en tantos años de Terrorismo de Estado y uno más fuerte aún desde que se instaló en el poder el fascista gobierno actual. Uribe no entiende ni entenderá de diálogos, voluntad política y mucho menos bregará por la reconciliación nacional entre todos los colombianos y colombianas, así como tampoco permitirá otras expresiones de solidaridad.
El gobierno bolivariano y la senadora Piedad Córdoba parecía que estaban a punto de encontrar el unicornio azul que transporta los sueños y esperanzas de los pueblos.
Pero este, harto de muertes y de injusticias retoma su viaje misterioso, se aleja del odio y nuevamente sigue su búsqueda, hasta que la grandeza de otras almas que destierren el horror, le permitan pastar por las praderas floridas de la vida…
Ingrid Storgen
Noviembre de incógnitas y malos augurios, de un 2007 agonizante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario