Reflexiones del Comandante en Jefe Fidel Castro
El diálogo con Chávez
"Hice referencia el pasado día 15 de noviembre a una tercera reflexión sobre la Cumbre Iberoamericana; dije textualmente "que por ahora no publico". Me parece, sin embargo, más conveniente hacerlo antes del referéndum del 2 de diciembre.
Señalaba en aquella reflexión, escrita el día 13, lo siguiente:Ayer nuestra población pudo escuchar a Chávez en el programa de la Mesa Redonda. Lo llamé cuando afirmó que Fidel era un hombre de otro mundo, que el 11 de abril de 2002 habló con él, cuando sus comunicaciones oficiales estaban interceptadas, a través de un teléfono ubicado en la cocina. Yo estaba reunido el día del golpe con el Presidente del Gobierno del País Vasco.
Los hechos se sucedían uno tras otro. Aquella fatídica tarde, por esa misma vía habían llamado para despedirse varios de los que allí estaban dispuestos a morir junto a Chávez. Recuerdo con exactitud lo que le dije ya de noche cuando le pedí que no se inmolara: que Allende no disponía de un solo soldado para resistir y él en cambio contaba con miles. En nuestro diálogo telefónico durante el acto de la Cumbre de los Pueblos, traté de añadirle que morir para no caer prisionero —como me ocurrió una vez y estuve a punto de serlo nuevamente antes de llegar a las montañas— era una forma de morir con dignidad.
Yo había afirmado lo mismo que él dijo: que Allende murió combatiendo. De un balazo en la barbilla, dirigido al cráneo, sobrevivió uno de los generales más gloriosos de nuestras guerras de independencia, Calixto García Íñiguez. Su madre, que no creía la noticia de que su hijo estuviera prisionero, al conocer toda la verdad, exclamó con orgullo: ¡ese sí es mi hijo! Tal idea quise transmitirle por el teléfono celular sin amplificador, que esta vez portaba Lage, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba.
Chávez apenas podía oír mis palabras, como ocurrió también con la orden de callarse que le espetó el Rey de España. En ese instante del acto llegó Evo, genuino indio aymara, que también habló, como lo hizo Daniel, en cuyo rostro Chávez ob-servó, con razón, rasgos mayas.Estoy de acuerdo con él cuando afirmó que soy una extraña mezcla de razas. Tengo sangre taína, canaria, celta y quién sabe cuántas más. Estaba impaciente por escucharlos de nuevo a los tres. Antes dije: ¡Vivan los miles de chilenos que murieron combatiendo contra la tiranía impuesta por el imperialismo! Y concluí proclamando junto a Chávez la consigna bolivariana, guevarista y cubana de: "Patria, Socialismo o Muerte" ¡Venceremos! Ayer lunes 12 escuché a través de una conocida emisora privada de televisión venezolana, al servicio del imperio, una declaración y un discurso elaborados de punta a cabo por la Embajada de Estados Unidos. ¡Qué hueco y ridículo sonaba todo frente al discurso vibrante de Chávez en el debate! ¡Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó! ¡Viva Hugo Rafael Chávez!"Fidel Castro Ruz Noviembre 18 de 2007 3 y 16 p.m.
La factura petrolera y el desarrollo"Chávez lo dijo con toda claridad en Riad: la factura de petróleo y gas de los países en desarrollo alcanza el millón de millones de dólares.
La factura petrolera y el desarrollo"Chávez lo dijo con toda claridad en Riad: la factura de petróleo y gas de los países en desarrollo alcanza el millón de millones de dólares.
Propuso a la OPEP, que estuvo a punto de ser disuelta antes de la llegada al poder del gobierno bolivariano -que la presidió y preservó a lo largo de 8 años-, asumir el papel para el cual fue creado el Fondo Monetario Internacional y nunca cumplió.El dólar está en caída libre, expresó. Nos pagan con papeles. Podemos y debemos garantizar el combustible tanto a los países desarrollados como a los que luchan por desarrollarse y necesitan importarlo.
La OPEP puede dar créditos para el desarrollo con largo periodo de gracia y solo el 1 por ciento de interés anual, de modo que los países pobres paguen con los bienes y servicios que sean capaces de producir. Mencionó la cifra de 5 mil millones de dólares como ayuda al desarrollo que Venezuela presta a los países caribeños que necesitan desesperadamente importar esa esencial materia prima. Chávez puede añadir un ejemplo ilustrativo que Cuba conoce bien: con lo que cuesta a fines del año 2007 importar un barril, en 1960 se podían adquirir 13,52 toneladas de petróleo ligero, incluidotransporte, es decir, casi 50 veces más que ahora.
En tales condiciones, un país como la República Bolivariana de Venezuela continuaría siendo un suministrador de combustible, un recurso no renovable, casi regalado a Estados Unidos. La tierra continuaría hundiéndose en algunas cuencas al faltar el subsuelo petrolero. Comprendo cuánto tiene que romperse la cabeza sacando cuentas y cuán justos y nobles son sus sentimientos de igualdad y justicia para los pueblos de la que Martí llamó nuestra América y Bolívar, en la lucha contra el imperio español, calificó de una sola nación.
En aquella época se mantenía todavía el equilibrio. No existía la diabólica idea imperial de convertir los alimentos en combustible ni los cambios climáticos descubiertos y comprobados por las ciencias."
Fidel Castro Ruz Noviembre 19 del 2007
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